miércoles, 24 de diciembre de 2014

POEMAS







POEMA DE NAVIDAD






NOCHE DE HOSANNA:


Un hombre y una mujer llegan a Belén de Judá...
Sus rostros lucen cansados, en sus ojos se puede ver
el esfuerzo realizado por llegar.

Son ellos María y José...
Han venido desde Nazareth cumpliendo en humildad
con un edicto que ha sido promulgado,
y firmado por Augusto César, el emperador romano.
Él ha decidido los tributos aumentar,
y los judíos viajan cansados-hasta su ciudad natal-
para ser empadronados.

María, que está embarazada, de momento es percatada
que el Hijo de sus entrañas está pidiendo nacer,
!Y aún no tiene posada!
!No hay lugar en el mesón!
Mas ella no siente temor -ella está confiada
en su Señor y su Dios-.
En ese Dios Omnipotente que le hizo sombra a su
vientre y en ella un Hijo engendró,
mediante su Espíritu Santo y no por obra de varón;
ese Dios Todopoderoso en esta noche suprema
también hará provisión.

Y prosiguen su camino en espera de ése albergue
que los ha de cobijar.
Sus pasos van silenciosos... sus mentes en oración,
suplicándole a su Dios que Él haga fuerte lo endeble.
Y caminando sin rumbo... y cansados de caminar,
pero con fe y esperanza ardiendo en su corazón,
de pronto se han detenido ante un humilde pesebre...
!Dios ha hecho provisión!

Y en aquel humilde pesebre, comedero de ganado,
oliente a naturaleza y pobremente alumbrado;
en aquella noche fría...
entre ruido de animales y unos dolores de parto
que le causan agonía...
a las doce de la noche nace el Hijo de María.

Nace el Hijo de María que nueve meses atrás
fué anunciado por Gabriel...
!Es su Hijo primogénito!
!Es Hijo de Dios Altísimo!
!El esperado Mesías y Salvador de Israel!
Y María sonriente, olvidado ya el dolor,
lo toma entre sus brazos y lo arrulla tiernamente
con ternura y con amor...
Los ángeles del cielo han inundado el pesebre
de alabanzas y loor...
!Es una noche de Hosanna, noche de Salvación!

Lo que el ángel Gabriel a María no le dijo,
es que perversos jinetes han salido tras su Hijo.
Cabalgan en pos de Él y no hay nada en este mundo
que los pueda detener.
Cabalga un Getsemani, cabalga un Calvario,
cabalga una espada, un Judas y una Cruz;
y en su cabalgar constante,
en un futuro no distante alcanzarán a Jesús,

Pero esta noche de Hosanna, en esta noche de Paz,
el corazón de María no lo pueden perturbar
ni plañideras, ni endechas, ni jinetes que cabalgan,
ni espada o lamentación...
!No! !Todo éso puede esperar!
En el humilde pesebre el tiempo se ha detenido
en un éxtasis profundo...
María contempla a su Niño embelesada de amor.
Ella lo envuelve en pañales, lo arrulla contra su pecho,
y sus brazos maternales lo protegen de la Cruz...
!Es su Hijo Primogénito!
!Es Hijo de Dios Altísimo!
!Es el Salvador del mundo!
Y su nombre, su nombre es Jesús...











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