viernes, 29 de mayo de 2015

NARRACIONES . FEDERICO GARCIA LORCA



 



DEGOLLACION DE LOS INOCENTES






Tris tras. Zig zag, rig rag, milg malg. La piel
era tan tierna que salía íntegra. Niños y
nueces recién cuajados.

Los guerreros tenían raíces milenarias y el
cielo cabelleras mecidas por el aliento de los
anfibios. Era preciso cerrar las puertas.
Pepito. Manolito. Enriquito. Eduardito.
Jaimito. Emilito.

Cuando se vuelvan locas las madres
querrán construir una fábrica de sombreros
de pórfido, pero no podrán nunca con esta
crueldad atenuar la ternura de sus pechos
derramados.

Se arrollaban las alfombras. El aguijón de la
abeja hacía posible el manejo de la espada.

Era necesario el crujir de huesos Y el
romper las presas de los ríos. Una jofaina y
basta. Pero una jofaina que no se asuste del
chorro interminable, que ha de sonar

durante tres días

Subían a las torres y descendían hasta las
caracolas. Una luz de clínica venció al fin a
la luz untosa del hospital. Ya era posible
operar con todas garantías. Yodoformo y
violeta, algodón y plata de otro mundo.
¡Vayan entrando! Hay personas que se
arrojan desde las torres a los patios y otras
desesperadas que se clavan tachuelas en
las rodillas. La luz de la mañana era cortante
y el viento aceitoso hacía posible la herida
menos esperada.

Jorgito. Alvarito. Guillermito. Leopoldito.
Julito. Joseíto. Luisito. Inocentes. El acero
necesita calores para crear las nebulosas y
¡vamos a la hoja incansable! Es mejor ser
medusa y flotar, que ser niño. ¡Alegrísima
degollación! Función lógica de la sangre sin
luz que sangra sus paredes. Venían por las
calles más alejadas. Cada perro llevaba un
piececito en la boca. El pianista loco recogía
uñas rosadas para construir un piano sin
emoción y los rebaños balaban con los
cuellos partidos.

Es necesario tener doscientos hijos y
entregarlos a la degollación. Solamente de
esta manera sería posible la autonomía del
lirio silvestre.

¡Venid! ¡Venid! Aquí está mi hijo tiernísimo,
mi hijo de cuello fácil. En el rellano de la

escalera lo degollarás fácilmente.

Dicen que es está inventando la navaja
eléctrica para reanimar la operación.

¿Os acordáis del ruiseñor con las dos
patitas rotas? Estaba entre los insectos,
creadores de los estremecimientos y de las
salivillas. Puntas de aguja. Y rayas de araña
sobre las constelaciones. Da verdadera risa
pensar en lo fría que está el agua. Agua fría
por las arenas, cielos fríos y lomos de
caimanes. Aquí en las calles corre lo más
escondido, lo más gustoso, lo que tiñe los
dientes y pone pálidas las uñas. Sangre.
Con toda la fuerza de su g.

Si meditamos y somos llenos de piedad
verdadera daremos la degollación como una
de las grandes obras de misericordia.
Misericordia de la sangre ciega que quiere,
siguiendo la ley de su naturaleza,
desembocar en el mar. No hubo siquiera ni
una voz. El jefe de los hebreos atravesó la
plaza para calmar a la multitud.

A las seis de la tarde ya no quedaban más
que seis niños por degollar. Los relojes de
arena seguían sangrando, pero ya estaban
secas todas las heridas.

Toda la sangre estaba ya cristalizada
cuando comenzaron a surgir los faroles.
Nunca será en el mundo otra noche igual.
Noche de vidrios y manecitas heladas.


Los senos se llenaban de leche inútil.

La leche maternal y la luna sostuvieron la
batalla contra la sangre triunfadora. Pero la
sangre ya se había adueñado de los
mármoles y allí clavaba sus últimas raíces
enloquecidas.



    














PASTORAL: SANTO DEL DIA


      San Fernando III
Rey de Castilla y de León


Santo seglar, que "no conoció el vicio ni el ocio", Fernando III -el más grande de los reyes de Castilla, dice Menéndez y Pelayo- nació en 1198; fue hijo de don Alfonso IX, rey de León, y primo de san Luis IX, rey de Francia. Guerreó  con los moros, que ocupaban gran parte de España, unió las coronas de Castilla y de León, y conquistó los reinos de Úbeda, Córdoba, Murcia, Jaén, Cádiz y Sevilla.

En sus dilatadas campañas, triunfó siempre en todas las batallas. No buscó su propia gloria ni el acrecentamiento de sus dominios. Para él el reino verdadero era el reino de Dios. Pedía a diario el aumento de la fe católica y elevaba sus plegarias a la Virgen, de quien se llamaba siervo. Caballero de Cristo, Jesús le había otorgado la gracia de los éxtasis y las apariciones divinas. Amaba a sus vasallos y procuraba no agravar los tributos, a pesar de las exigencias de la guerra. A este respecto era conocido su dicho: "Más temo las maldiciones de una viejecita pobre de mi reino que a todos los moros del África". Llevaba siempre consigo una imagen de nuestra Señora, a la que entronizó en Sevilla y en múltiples lugares de Andalucía, a fin de que ésta fuera llamada tierra de María Santísima.

La muerte del rey san Fernando constituye un ejemplo de fe y humildad. Abandonó el lecho y, postrándose en tierra, sobre un montón de cenizas, recibió los últimos sacramentos. Llamó a la reina y a sus hijos, y se despidió de ellos después de haberles dado sabios consejos.

Volviéndose a los que se hallaban presentes, les pidió que lo perdonasen por alguna involuntaria ofensa. Y, alzando hacia el cielo la vela encendida que sostenía en las manos, la reverenció como símbolo del Espíritu Santo. Pidió luego a los clérigos que cantasen el Te Deum, y así murió, el 30 de mayo de 1252. Había reinado treinta y cinco años en Castilla y veinte en León, siendo afortunado en la guerra, moderado en la paz, piadoso con Dios y liberal con los hombres, como afirman las crónicas de él. Su nombre significa "bravo en la paz".

Guerrero, poeta y músico, compuso cantigas, una de ellas dedicada a nuestra Señor. Se destacó por su honestidad y la pureza de sus costumbres.

Fernando III fue canonizado por el papa Clemente X en el año 1671. Lo sucedió en el trono su hijo mayor, Alfonso X, que la historia conoce con el nombre de Alfonso el Sabio.

POEMAS



ÁGUILA BLANCA

José Martí.




De pie, cada mañana, 
Junto a mi áspero lecho está el verdugo.— 

Brilla el sol, nace el mundo, el aire ahuyenta 
Del cráneo la malicia,— 
Y mi águila infeliz, mi águila blanca 
Que cada noche en mi alma se renueva,

Al alba universal las alas tiende 
Y camino del sol emprende el vuelo. 
Y silencioso el bárbaro verdugo 

De un nuevo golpe de puñal le quiebra 
El fuerte corazòn cada mañana. 
Y en vez del claro vuelo al sol altivo 
Por entre pies, ensangrentada, rota, 
De un grano en busca el águila rastrea. 

Oh noche, sol del triste, amable seno 
Donde su fuerza el corazòn revive, 
Perdura, apaga el sol, toma la forma 
De mujer, libre y pura, a que yo pueda 
Ungir tus pies, y con mis besos locos

Ceñir tu frente y calentar tus manos. 
Líbrame, eterna noche, del verdugo, 
O dale, a que me dé, con la primera 
Alba, una limpia y redentora espada. 

Que con qué la has de hacer? Con luz de estrellas!



 

jueves, 14 de mayo de 2015

PASTORAL: SANTO DEL DIA




San Isidro labrador
               (Año 1130)


Es el patrono de los agricultores del mundo. Le pusieron ese nombre en honor de San Isidoro, un santo muy apreciado en España.Sus padres eran unos campesinos sumamente pobres que ni siquiera pudieron enviar a su hijo a la escuela. Pero en casa le enseñaron a tener temor a ofender a Dios y gran amor de caridad hacia el prójimo y un enorme aprecio por la oración y por la Santa Misa y la Comunión.Huérfano y solo en el mundo cuando llegó a la edad de diez años Isidro se empleó como peón de campo, ayudando en la agricultura a Don Juan de Vargas un dueño de una finca, cerca de Madrid. Allí pasó muchos años de su existencia labrando las tierras, cultivando y cosechando.Se casó con una sencilla campesina que también llegó a ser santa y ahora se llama Santa María de la Cabeza (no porque ese fuera su apellido, sino porque su cabeza es sacada en procesión en rogativas, cuando pasan muchos meses sin llover).
Isidro se levantaba muy de madrugada y nunca empezaba su día de trabajo sin haber asistido antes a la Santa Misa. Varios de sus compañeros muy envidiosos lo acusaron ante el patrón por "ausentismo" y abandono del trabajo. El señor Vargas se fue a observar el campo y notó que sí era cierto que Isidro llegaba una hora más tarde que los otros (en aquel tiempo se trabajaba de seis de la mañana a seis de la tarde) pero que mientras Isidro oía misa, un personaje invisible (quizá un ángel) le guaba sus bueyes y estos araban juiciosamente como si el propio campesino los estuviera dirigiendo.
Los mahometanos se apoderaron de Madrid y de sus alrededores y los buenos católicos tuvieron que salir huyendo. Isidro fue uno de los inmigrantes y sufrió por un buen tiempo lo que es irse a vivir donde nadie lo conoce a uno y donde es muy difícil conseguir empleo y confianza de las gentes. Pero sabía aquello que Dios ha prometido varias veces en la Biblia: "Yo nunca te abandonaré", y confió en Dios y fue ayudado por Dios.
Lo que ganaba como jornalero, Isidro lo distribuía en tres partes: una para el templo, otra para los pobres y otra para su familia (él, su esposa y su hijito). Y hasta para las avecillas tenía sus apartados. En pleno invierno cuando el suelo se cubría de nieve, Isidro esparcía granos de trigo por el camino para que las avecillas tuvieran con que alimentarse. Un día lo invitaron a un gran almuerzo. El se llevó a varios mendigos a que almorzaran también. El invitador le dijo disgustado que solamente le podía dar almuerzo a él y no para los otros. Isidro repartió su almuerzo entre los mendigos y alcanzó para todos y sobró.Los domingos los distribuía así: un buen rato en el templo rezando, asistiendo a misa y escuchando la Palabra de Dios. Otro buen rato visitando pobres y enfermos y por la tarde saliendo a pasear por los campos con su esposa y su hijito. Pero un día mientras ellos corrían por el campo, dejaron al niñito junto a un profundo pozo de sacar agua y en un movimiento brusco del chiquitín, la canasta donde estaba dio vuelta y cayó dentro del hoyo. Alcanzaron a ver esto los dos esposos y corrieron junto al pozo, pero este era muy profundo y no había cómo rescatar al hijo. Entonces se arrodillaron a rezar con toda fe y las aguas de aquel aljibe fueron subiendo y apareció la canasta con el niño y a este no le había sucedido ningún mal. No se cansaron nunca de dar gracias a Dios por tan admirable prodigio.Volvió después a Madrid y se alquiló como obrero en una finca, pero los otros peones, llenos de envidia lo acusaron ante el dueño de que trabajaba menos que los demás por dedicarse a rezar y a ir al templo. El dueño le puso entonces como tarea a cada obrero cultivar una parcela de tierra. Y la de Isidro produjo el doble que las de los demás, porque Nuestro Señor le recompensaba su piedad y su generosidad.En el año 1130 sintiendo que se iba a morir hizo humilde confesión de sus pecados y recomendando a sus familiares y amigos que tuvieran mucho amor a Dios y mucha caridad con el prójimo, murió santamente. A los 43 años de haber sido sepultado en 1163 sacaron del sepulcro su cadáver y estaba incorrupto, como si estuviera recién muerto. Las gentes consideraron esto como un milagro. Poco después el rey Felipe III se hallaba gravísimamente enfermo y los médicos dijeron que se moriría de aquella enfermedad. Entonces sacaron los restos de San Isidro del templo a donde los habían llevado cuando los trasladaron del cementerio. Y tan pronto como los restos salieron del templo, al rey se le fue la fiebre y al llegar junto a él los restos del santo se le fue por completo la enfermedad. A causa de esto el rey intecedió ante el Sumo Pontífice para que declarara santo al humilde labrador, y por este y otros muchos milagros, el Papa lo canonizó en el año 1622 junto con Santa Teresa, San Ignacio, San Francisco Javier y San Felipe Neri.

NUSICA Mari Trini - Te amaré, Te amo, y Te querré (Letra y Audio HD)

The Moody Blues, Ride my see-saw.

QUIMBARA-CELIA CRUZ AND THE FANIA ALL STARS LIVE IN AFRIKA

Peter Perret & Strangefruit - "Another Girl, Another Planet" (THE ONLY O...

miércoles, 13 de mayo de 2015

MUSICA Ricardo Cocciante - Margarita - (Letra y Audio)

DESDE MI CALLE






NO DEJEMOS QUE NOS ENGATUSEN EN CAMPAÑA ELECTORAL


Ya estamos en plena campaña electoral. Durará hasta las 24.00 horas del próximo día 22. ¿De verdad solo hasta entonces? Pues, no. Visto lo visto, y lo que vendrá, seguiremos así por los siglos de los siglos, o, al menos, hasta que lleguen las catalanas y después las generales, dicen que en noviembre, aunque la última palabra la tiene Rajoy y ya se sabe que este hombre siempre hace lo que Dios manda, o sea, que habrá que consultar con las Alturas. 

Lo de la duración, desarrollo y condiciones de las campañas deberían revisarlo. ¿Tienen sentido, ¿sirven para algo?, ¿están justificados los gastos, las descalificaciones, los insultos?, ¿es lógico y razonable que no sepamos todavía si va a haber debates, esa confrontación de ideas y posiciones que podría abrir muchos ojos y aclararle bastantes dudas a los ciudadanos? Hay, claro, innumerables preguntas más. A mí me inquieta especialmente una: ¿es de recibo que, durante las campañas, y también en las precampañas, los altos cargos dediquen más tiempo y esfuerzo a los mítines que a las obligaciones de sus respectivos puestos? Si uno es alcalde y hasta que sea reelegido o relevado cobra por ello, ¿por qué no dedicar todo su horario laboral a su ayuntamiento? Si uno es presidente de Diputación, y cobra por ello, ¿no es un fraude a la ciudadanía emplear horas y horas en actividades electorales? Si uno es máximo regidor de un Gobierno, y cobra por ello, ¿cómo no entender de dudosa ética usar coches oficiales, personal y medios para fines partidistas como son los mítines, los encuentros sectoriales, las visitas etc., etc.? Sí, sí, ya sé que lo hacen todos (o casi todos) los partidos, pero eso no me sirve de consuelo. Mal de muchos, epidemia. 

Y, para más inri, está el circo de las promesas, la farsa de unos programas que, como ya dijeron Tierno Galván o Jacques Chirac, por citar uno por ideología, están hechos para no cumplirlos. Lo de las promesas, manda huevos, que resumiría el trilero Trillo. Tienen cuatro años, cuatro, para elaborar y aprobar (estamos en mayorías absolutas) leyes, redactar decretos, órdenes, iniciativas y resulta que lo dejan todo para el final, para cuando ya no es posible dar luz verde a nada, sino que solo pueden cacarearlo, decir que lo harán, prometer, prometer y prometer.

En fin, váyanse haciendo a la idea de que tendremos campaña al menos hasta noviembre. Y si alguno de vosotros va a algún mitin o escucha programas, promesas y demás, déjese engatusar solo lo justo. Tomen nota, guarden los apuntes y, más adelante, comprueben cuánto hubo de verdad en lo que unos y otros le dijeron. Eso si sobreviven, claro, porque lo que se avecina es muy fuerte y no todos los organismos están preparados para soportarlo.

DESDE éste RINCON de mi calle, que, aún antes y después de las elecciones, será la calle de todos.

martes, 12 de mayo de 2015

PASTORAL: SANTO DEL DIA




Virgen de Fátima

              (1917)


Desde el 13 de mayo de 1917 la Sma. Virgen María se apareció por seis veces en Fátima (Portugal) a tres pastorcitos: Lucía, Francisco y Jacinta. En un hermoso libro titulado "Memorias de Lucía" (cuya lectura recomendamos) la que vio a la Virgen cuenta todos los detalles de esas apariciones.

El 13 de mayo se produjo el siguiente diálogo:
- ¿De dónde es su merced?
- Mi patria es el cielo.
- ¿Y qué desea de nosotros?
- Vengo a pedirles que vengan el 13 de cada mes a esta hora (mediodía). En octubre les diré quién soy y qué es lo que quiero.
- ¿Y nosotros también iremos al cielo?
- Lucía y Jacinta sí.
- ¿Y Francisco?
Los ojos de la aparición se vuelven hacia el jovencito y lo miran con expresión de bondad y de maternal reproche mientras va diciendo:
- El también irá al cielo, pero antes tendrá que rezar muchos rosarios.
Y la Sma. continuó diciéndoles:
- ¿Quieren ofrecerse al Señor y estar prontos para aceptar con generosidad los sufrimientos que Dios permita que les lleguen y ofreciéndolo todo en desagravio por las ofensas que se hacen a Nuestro Señor?
- Sí, Señora, queremos y aceptamos.
Con un gesto de amable alegría, al ver su generosidad, les dijo:
- Tendrán ocasión de padecer y sufrir, pero la gracia de Dios los fortalecerá y asistirá.

Segunda aparición: 13 de Junio de 1917.
La Sma. Virgen le dice a los tres niños: "Es necesario que recen el rosario y aprendan a leer".
Lucía le pide la curación de un enfermo y la Virgen le dice: "Que se convierta y el año entrante recuperará la salud".
Lucía le suplica: "Señora: ¿quiere llevarnos a los tres al cielo?".
- Sí a Jacinta y a Francisco los llevaré muy pronto, pero tú debes quedarte aquí abajo, porque Jesús quiere valerse de ti para hacerme amar y conocer. El desea propagar por el mundo la devoción al Inmaculado Corazón de María.
¿Y voy a quedarme solita en este mundo?
- ¡No hijita! ¿Sufres mucho? Pero no te desanimes, que yo no te abandonaré. Mi corazón inmaculado será tu refugio y yo seré el camino que te conduzca a Dios.


Tercera aparición: 13 de julio de 1917.
Ya hay 4,000 personas. Nuestra Señora les dice a los videntes: "Es necesario rezar el rosario para que se termine la guerra. Con la oración a la Virgen se puede obtener la paz. Cuando sufran algo digan: ‘Oh Jesús, es por tu amor y por la conversión de los pecadores’".
La Virgen abrió sus manos y un haz de luz penetró en la tierra y apareció un enorme horno lleno de fuego, y en él muchísimas personas semejantes a brasas encendidas, que levantadas hacia lo alto por las llamas volvían a caer gritando entre lamentos de dolor. Lucía dio un grito de susto. Los niños levantaron los ojos hacia la Virgen como pidiendo socorro y Ella les dijo:
- ¿Han visto el infierno donde van a caer tantos pecadores? Para salvarlos, el Señor quiere establecer en el mundo la devoción al Corazón Inmaculado de María. Si se reza y se hace penitencia, muchas almas se salvarán y vendrá la paz. Pero si no se reza y no se deja de pecar tanto, vendrá otra guerra peor que las anteriores, y el castigo del mundo por sus pecados será la guerra, la escasez de alimentos y la persecución a la Santa Iglesia y al Santo Padre. Vengo a pedir la Consagración del mundo al Corazón de María y la Comunión de los Primeros Sábados, en desagravio y reparación por tantos pecados. Si se acepta lo que yo pido, Rusia se convertirá y vendrá la paz. Pero si no una propaganda impía difundirá por el mundo sus errores y habrá guerras y persecuciones a la Iglesia. Muchos buenos serán martirizados y el Santo Padre tendrá que sufrir mucho. Varias naciones quedarán aniquiladas. Pero al fin mi Inmaculado Corazón triunfará.
Y añadió Nuestra Señora: Cuando recen el Rosario, después de cada misterio digan: "Oh Jesús, perdónanos nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno y lleva al cielo a todas las almas, especialmente a las más necesitadas de tu misericordia".

Cuarta aparición: Agosto 1917.
La 4ª. Aparición no fue posible el 13 de agosto, porque en este día el alcalde tenía prisioneros a los 3 niños para tratar de hacerlos decir que ellos no habían visto a la Virgen. Aunque no lo logró. La aparición sucedió unos días después.
La Sma. Virgen les dijo en la 4ª. Aparición: "Recen, recen mucho y hagan sacrificios por los pecadores. Tienen que recordar que muchas almas se condenan porque no hay quién rece y haga sacrificios por ellas". (El Papa Pío XII decía que esta frase era la que más le impresionaba del mensaje de Fátima y exclamaba: "Misterio tremendo: que la salvación de muchas almas dependa de las oraciones y sacrificios que se hagan por los pecadores).
Desde esta aparición los tres niños se dedicaron a ofrecer todos los sacrificios posibles por la conversión de los pecadores y a rezar con más fervor el Rosario.

Quinto aparición: 13 de Septiembre 1917.
Ya hay unas 12,000 personas. Nuestra Señora les recomienda a los videntes que sigan rezando el Rosario y anuncia el fin de la guerra. Lucía le pide por varios enfermos. La Virgen le responde que algunos sí curarán, pero que otros no, porque Dios no se confía de ellos, y porque para la santificación de algunas personas es más conveniente la enfermedad que la buena salud. E invita a todos a presenciar un gran milagro el próximo 13 de octubre.

Sexta y última aparición. 13 de octubre de 1917.
En este día hay 70,000 personas. La aparición dice a los tres niños: "Yo soy la Virgen del Rosario. Deseo que en este sitio me construyan un templo y que recen todos los días el Santo Rosario".Rosario
Lucía les dice los nombres de bastantes personas que quieren conseguir salud y otros favores muy importantes. Nuestra Señora le responde que algunos de esos favores serán concedidos y otros serán reemplazados por favores mejores. Y añade: "Pero es muy importante que se enmienden y que pidan perdón por sus pecados".
Y tomando un aire de tristeza la Sma. Virgen dijo estas sus últimas palabras de las apariciones: QUE NO OFENDAN MAS A DIOS QUE YA ESTA MUY OFENDIDO (Lucía afirma que de todas las frases oídas en Fátima, esta fue la que más le impresionó).

La Sma. Virgen antes de despedirse señaló con sus manos hacia el sol y entonces los 70,000 espectadores presenciaron un milagro conmovedor, un espectáculo maravilloso, nunca visto: la lluvia cesó instantáneamente (había llovido desde el amanecer y era mediodía) las nubes se alejaron y el sol apareció como un inmenso globo de plata o de nieve, que empezó a dar vueltas a gran velocidad, esparciendo hacia todas partes luces amarillas, rojas, verdes, azules y moradas, y coloreando de una manera hermosísima las lejanas nubes, los árboles, las rocas y los rostros de la muchedumbre que allí estaba presente. De pronto el sol se detiene y empieza a girar hacia la izquierda despidiendo luces tan bellas que parece una explosión de juegos pirotécnicos, y luego la multitud ve algo que la llena de terror y espanto.
Ven que el sol se viene hacia abajo, como si fuera a caer encima de todos ellos y a carbonizarlos, y un grito inmenso de terror se desprende de todas las gargantas. "Perdón, Señor, perdón", fue un acto de contricción dicho por muchos miles de pecadores. Este fenómeno natural se repitió tres veces y duró diez minutos. No fue registrado por ningún observatorio astronómico porque era un milagro absolutamente sobrenatural.
Luego el sol volvió a su sitio y los miles de peregrinos que tenían sus ropas totalmente empapadas por tanta lluvia, quedaron con sus vestidos instantáneamente secos. Y aquel día se produjeron maravillosos milagros de sanaciones y conversiones.

DESDE MI CALLE



¿QUE ES EL CENTRO?


¿Qué es el centro?, dices, mientras esgrimes el sobre con la papeleta en tu mano de votante.
¿Qué es el centro?, el centro es el viaje soñado de cualquier candidato, el preciado tesoro de El Dorado, el pan y la sal de las urnas, la tierra prometida a la conclusión de la travesía del desierto de cualquier partido político. Un ejemplo: Adolfo Suárez, quien quiso propulsar el centro, cayó por manos de los suyos, cual Julio César,. En busca de la fuerza centrípeta, Felipe González sacrificó a Marx en Suresnes, abandonó la pana y se calzó uniforme de la OTAN, de entrada sí y de salida nones.
En pos de la centralidad avanza Pablo Iglesias hacia el Trono de Hierro con la aspiración de asentar posaderas y con ansias de dejar a los del puño y la rosa con menos futuro que un Stark en la tercera temporada de Juego de Tronos. Y sí, otra vez, Marx, han dejado el cielo para mejor ocasión. Moncloa queda más a mano y hay calefacción, no como en Invernalia. Yo que tú, Karl, me hubiera buscado un clan más fiel junto a Groucho. Al menos te hubieras reído más.
Ese centro, el que agrupa en las encuestas a la mayoría del electorado, es el codiciado objeto de deseo por el que Ciudadanos sube el pan y baja el circo; por el que gira el pico la gaviota del PP, mientras esquiva los perdigonazos que se escuchan al pasar por Génova: ! MAS CENTRO, ESTO ES LA GUERRA !.
¿Qué es el centro? ¿Y tú me lo preguntas? El centro, querido votante, ERES TU..
DESDE este RINCON de mi calle, que, sí, es la calle de todos.

lunes, 11 de mayo de 2015

MUSICA Blue Danube - Anastacio Mamaril & His Orchestra

MUSICA Hoy - Gloria ESTEFAN

POEMAS



Tercera hija de los reyes Fernando de Aragón e Isabel de Castilla, Juana de Castilla nació el 06 de noviembre de 1479. Sus padres le dieron una educación piadosa y esmerada; a los 15 años sabía perfectamente de latín. Fue una de las reinas más cultas de su época.
Si físicamente se parecía mucho a Juana Enríquez, su abuela paterna, de su abuela materna heredó cierta fragilidad sicológica ya que desde pequeña daba muestras de un carácter extremado que intentaban refrenar sus padres y educadores.
Sin embargo a los 16 años la casaron sus padres con el archiduque Felipe de Austria, hijo del emperador Maximiliano I de Habsburgo y de la duquesa María de Borgoña. Cuando se vieron por primera vez en Lierre los futuros esposos sintieron tal atracción recíproca que quisieron casarse de inmediato para adelantar la noche de bodas. Pero si Doña Juana se enamoró de verdad de Felipe, para él sólo fue la infanta una aventura sexual más, y el matrimonio no le hizo reprimir sus impulsos, lo que muy rápidamente provocó escenas de celos y peleas, y le trastornó el juicio a Juana que fue hundiéndose en cierta forma de depresión.
En 1503, después de una estancia en Toledo donde Felipe y Juana fueron proclamados herederos del trono, Don Felipe decidió salir a Flandes. Doña Juana, ya madre de cuatro hijos, entre los cuales el futuro emperador Carlos V, andaba tan desesperada por la ausencia de su marido que no pudieron sino dejarla marcharse a Flandes. Pero incluso cerca de su esposo, Juana seguía con su delirio de celos, hasta tal punto que se negaba a que se embarque ninguna mujer en la flota que, en 1506, les conducía definitivamente a España.
Antes de su muerte la reina Isabel ya había tomado disposiciones para que su marido tomara las riendas del poder en caso de incapacidad de Doña Juana. Con la Concordia de Salamanca, firmada en 1506, el rey Fernando prosiguió con la tarea de Isabel: todos los documentos se encabezarían y expedirían con el nombre de Doña Juana, Don Felipe y Don Fernando, siendo suficiente la firma de uno solo de ellos en caso de ausencia de los otros. También se añadieron cláusulas secretas en caso de incapacidad de Juana.
Pero en septiembre de 1506 se produjo lo improbable: la muerte de don Felipe después de varios días de fiebre, que acabó de hundir a Doña Juana en la melancolía. Le enterraron primero en Burgos, y después empezó un largo y mácabro viaje hacia Granada que para Juana se detuvo en Tordesillas en 1509, viaje que participó mucho en la leyenda romántica de la reina loca de amor; Doña Juana seguía por todas partes el ataúd de su marido, impidiendo que se le acercara ninguna mujer hasta que le enterraran definitivamente en el panteón real de Granada con la reina Isabel en 1525.
En 1509 decidió Fernando encerrar en Tordesillas a su hija Juana con su nieta Catalina, nacida durante el viaje a Granada. Allí fue empeorando el estado de la reina: no se aseaba, dormía en el suelo, tenía arrebatos de furia... No mejoró su estado cuando en 1516, a la muerte de su padre, llegó al poder como regente designado por Fernando su hijo Carlos.
En 1520, cuando los comuneros se rebelaron contra Carlos I, intentaron liberar a Juana y hacerle firmar decretos sobre la nueva organización del gobierno pero ella se negó. Se quedó encerrada en Tordesillas hasta su muerte el 12 de abril de 1555, ocurrida en terribles sufrimientos físicos, además de los dolores psíquicos que padecía desde hacía tantos años.



Elegía a Doña Juana la Loca


Princesa enamorada sin ser correspondida.
Clavel rojo en un valle profundo y desolado.
La tumba que te guarda rezuma tu tristeza
a través de los ojos que ha abierto sobre el mármol. 

Eras una paloma con alma gigantesca
cuyo nido fue sangre del suelo castellano,
derramaste tu fuego sobre un cáliz de nieve
y al querer alentarlo tus alas se troncharon. 

Soñabas que tu amor fuera como el infante
que te sigue sumiso recogiendo tu manto.
Y en vez de flores, versos y collares de perlas,
te dio la Muerte rosas marchitas en un ramo. 

Tenías en el pecho la formidable aurora
de Isabel de Segura. Melibea. Tu canto,
como alondra que mira quebrarse el horizonte,
se torna de repente monótono y amargo. 


Y tu grito estremece los cimientos de Burgos.
Y oprime la salmodia del coro cartujano.
Y choca con los ecos de las lentas campanas
perdiéndose en la sombra tembloroso y rasgado. 

Tenías la pasión que da el cielo de España.
La pasión del puñal, de la ojera y el llanto.
¡Oh princesa divina de crepúsculo rojo,
con la rueca de hierro y de acero lo hilado! 

Nunca tuviste el nido, ni el madrigal doliente,
ni el laúd juglaresco que solloza lejano.
Tu juglar fue un mancebo con escamas de plata
y un eco de trompeta su acento enamorado. 

Y, sin embargo, estabas para el amor formada,
hecha para el suspiro, el mimo y el desmayo,
para llorar tristeza sobre el pecho querido
deshojando una rosa de olor entre los labios. 


Para mirar la luna bordada sobre el río
y sentir la nostalgia que en sí lleva el rebaño
y mirar los eternos jardines de la sombra,
¡oh princesa morena que duermes bajo el mármol! 

¿Tienes los ojos negros abiertos a la luz?
O se enredan serpientes a tus senos exhaustos...
¿Dónde fueron tus besos lanzados a los vientos?
¿Dónde fue la tristeza de tu amor desgraciado? 

En el cofre de plomo, dentro de tu esqueleto,
tendrás el corazón partido en mil pedazos.
Y Granada te guarda como santa reliquia,
¡oh princesa morena que duermes bajo el mármol! 

Eloisa y Julieta fueron dos margaritas,
pero tú fuiste un rojo clavel ensangrentado
que vino de la tierra dorada de Castilla
a dormir entre nieve y ciprerales castos. 


Granada era tu lecho de muerte, Doña Juana,
los cipreses, tus cirios; la sierra, tu retablo.
Un retablo de nieve que mitigue tus ansias,
¡con el agua que pasa junto a ti! ¡La del Dauro! 

Granada era tu lecho de muerte, Doña Juana,
la de las torres viejas y del jardín callado,
la de la yedra muerta sobre los muros rojos,
la de la niebla azul y el arrayán romántico. 

Princesa enamorada y mal correspondida.
Clavel rojo en un valle profundo y desolado.
La tumba que te guarda rezuma tu tristeza
a través de los ojos que ha abierto sobre el mármol. 



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domingo, 10 de mayo de 2015

HISTORIAS DE LA HISTORIA


EL LUSITANIA, UN CEBO QUE COSTO 1.200 VIDAS



A las 14.00 horas del 7 de mayo de 1915 el capitán Walther Schwieger divisó desde el periscopio de su submarino U-20 un enorme barco que navegaba por estribor en las cercanías del promontorio de Kinsale, en la costa irlandesa. Lo describió a sus oficiales como un navío de "cuatro chimeneas y dos mástiles. Parece ser un buque de pasajeros de grandes dimensiones", según quedó reflejado en el cuaderno de bitácora.

Schwieger tardó diez minutos en tomar una decisión. A las 14.10 horas, tras realizar una maniobra para colocarse frente al objetivo, a una distancia de setecientos metros, ordenó disparar el único torpedo que le quedada, ya que con anterioridad había consumido el resto enviando a pique a otros tres navíos ingleses. "Impacto detrás del puente. La nave se detiene y escora rápidamente. Al mismo tiempo se hunde a proa", según su relato en el informe oficial.


La posición en la que quedó el blanco una vez alcanzado, sólo permitió que 6 de sus 48 botes de salvamento llegaran a arriarse. Dieciocho minutos más tarde se produjo el naufragio y terminó la historia del 'Lusitania' y de las 1.192 personas -entre ellas 94 niños y 35 bebés- que murieron en el mayor desastre naval que hasta aquella fecha se había registrado en el transcurso de la Primera Guerra Mundial.
Sin embargo, entonces nació el mito y la controversia sobre aquel monstruo de 240 metros de eslora que desde hace un siglo descansa en el lecho del océano Atlántico. ¿El ataque al mayor y más lujoso transatlántico de la época fue un acto de guerra o una conspiración?
El 'Lusitania', junto a su casi gemelo ‘Mauritania’, era la joya de la compañía británica Cunard, que entre 1904 y 1906 invirtió millones de libras para construir esta ciudad flotante. Palacio para los que viajaban en primera clase y mazmorra para los emigrantes que lo hacían en tercera, fue reconvertido durante la Primera Guerra Mundial en un crucero armado, dotándolo de dos cañones.
Su última travesía comenzó el 1 de mayo de 1915 en el puerto de Nueva York rumbo a Liverpool. No consiguió llegar a su destino porque un torpedo alemán abortó el viaje.
La magnitud de la tragedia provocó una indignación masiva en Reino Unido y Estados Unidos, de donde procedía la mayoría de los pasajeros fallecidos. Fue la primera ocasión en la que se habló de un crimen de guerra.
A partir de ese momento, los alemanes, fueran o no soldados, se convirtieron en seres odiosos y odiados. Desde Londres se inició una campaña, bien respaldada por Washington, para convertir a los marinos germanos en piratas hunos que asesinaban a civiles y niños. Incluso se llegó a asegurar que los escolares teutones disfrutaron de un día de vacación para celebrar la operación.
La presión fue tal que la armada imperial suspendió sus operaciones submarinas contra barcos de bandera neutral y en ningún caso atacó más a embarcaciones de pasajeros. Retomó esta táctica en 1917 cuando Estados Unidos se inclinó definitivamente por tomar un papel activo en el enfrentamiento bélico.
Pero el paso del tiempo, ese juez insobornable que da y quita razón, parece asegurarnos que nada ocurrió como británicos y norteamericanos nos hicieron creer durante años. Porque lo que siempre se ocultó en el bando aliado es que el mar del Norte, donde se produjo el hundimiento, había sido declarado zona de guerra por los propios británicos, partidarios de mandar al fondo del océano cualquier embarcación con pabellón alemán aunque sólo transportara alimentos.
Esta estrategia, inicialmente arriesgada, se sustentaba en el poderío naval británico, que imponía su superioridad en los mares. Sin embargo, desde el Almirantazgo de Reino Unido no se tuvo en cuenta la irrupción de los submarinos U-Boot, que Londres despreciaba por considerarlos un arma "huidiza, tramposa y asquerosamente no inglesa". Sin embargo, estos 'buques bajo el agua', según su traducción, resultaron terriblemente efectivos.
Desde Berlín se defendió que el 'Lusitania' -el más veloz de las embarcaciones de su categoría, capaz de cruzar el Atlántico en menos de cinco días- era realmente un barco militar aunque transportara pasajeros. Su misión era romper el bloqueo de las islas británicas y, por ello, en sus bodegas viajaban cuatro millones de proyectiles fabricados en Estados Unidos y repartidos en 5.400 cajas.
Es más, desde la capital imperial se recordó también que días antes de que el barco zarpara su embajada en Nueva York publicó en diversos periódicos estadounidenses un anuncio que avisaba a los posibles pasajeros del transatlántico que se embarcaban "bajo su propio riesgo".
"Se advierte a los viajeros que se propongan atravesar el Atlántico que Alemania y sus aliados se hallan en estado de guerra con Inglaterra y los suyos, que la zona de guerra comprende las aguas que rodean las islas británicas, que, según categórico aviso del Gobierno imperial alemán, en estas aguas puede ser destruido todo buque con pabellón inglés o abanderado en cualquiera de los países aliados de Gran Bretaña, y, por último, que los pasajeros que navegan por la zona de guerra a bordo de buques ingleses o de otras nacionalidades a las que se alude antes lo harán bajo su exclusiva responsabilidad ante los riesgos a que se exponen" señalaba el texto original recogido por la prensa de la época.
La publicación de este anuncio suscitó una protesta de los embajadores inglés y francés en Estados Unidos, que lo calificaron de maniobra de intimidación para perjudicar el tráfico de viajeros. Hasta los periódicos lo comentaron sólo en tono jocoso. Todos calificaron esta información de mentira.
El paso de los años demostró que Berlín no mentía. Entre los avituallamientos que se embarcaron en Nueva York figuraba material de guerra, según se pudo comprobar en los manifiestos de carga reales, que se escondieron para sustituirlos por otros que hablaban sólo de comestibles y pasaje. Camuflados entre alimentos, el 'Lusitania' transportaba en su panza cajas de granadas y de balas de fusil, además de cobre y latón para uso militar. Sin duda, contrabando de guerra.
Estos datos, ratificados también por una expedición submarina que accedió a los restos del paquebote que descansan en el océano, confirman que los alemanes tenían razón y que el 'Lusitania' era un objetivo militar legítimo.
La presencia de municiones explicaría las diferentes explosiones que hundieron al 'Lusitania' pese a que sólo fue alcanzado por un torpedo. También daría una respuesta a la pregunta de por qué se hundió tan rápido un barco de su tamaño, construido con compartimentos estancos.
Al margen del misterio sobre la condición civil o militar del 'Lusitania', una pregunta ha caminado siempre paralela a la historia de la tragedia. ¿Fue una campaña orquestada para tejer una excusa que permitiera la entrada estadounidense en la Primera Guerra Mundial? Lo cierto es que, aunque no se materializó hasta dos años después mediante la declaración de su presidente, Woodrow Wilson, siempre se ha considerado que el ataque al 'Lusitania' fue uno de los factores que resultó determinante para que Washington decidiera participar en la contienda. Es más, la imagen del desastre se utilizó en numerosos carteles que invitaban al alistamiento y pedían venganza.
La teoría de que el 'Lusitania' fue realmente un cebo que costó 1.200 vidas la abonan incluso unas palabras de sir Winston Churchill, entonces lord del Almirantazgo, que durante una inspección al navío, describió de ese modo al gigante de 45.000 toneladas.
La sombra de la sospecha cayó siempre sobre él como presunto autor intelectual del hipotético complot, que sacrificó al 'Lusitania' en aras de un bien mayor, según defienden historiadores propensos a aprobar la posible táctica asesina. Recordaba mucho a la estrategia que Washington había utilizado en Cuba contra los españoles en el caso del 'Maine'.
A Churchill se le acusa de conocer las altas probabilidades de un ataque contra el transatlántico, ya que en una reunión mantenida en la sala de mapas del Almirantazgo el 1 de mayo se le advirtió de que espías desplegados en Alemania anunciaban la salida del U-20 de la base de Emden y de que su área de control se cruzaría con la trayectoria del 'Lusitania'.
Es más, en un principio el crucero 'Juno' debía escoltar al 'Lusitania' una vez hubiera penetrado en el mar del Norte, pero Churchill le ordenó abandonar la zona y dirigirse a puerto, sin que fuera reemplazado.
Incluso se atribuye al luego héroe de la Segunda Guerra Mundial una carta posterior al hundimiento en la que aseguraba que "algunas acciones de los submarinos debieron ser esperadas". Él también señaló la importancia de "atraer a lo barcos neutrales hacia nuestras costas, sobre todo con vistas a implicar a Estados Unidos contra Alemania. De nuestra parte, queremos cuanto más tráfico, mejor. Si alguien acaba pasando apuros, mejor todavía".
Según documentos desclasificados a finales del pasado siglo, el Almirantazgo conocía la presencia del U-20 en la zona, pero esta información se ocultó al 'Lusitania' o fue desoída por su capitán, el veterano William Thomas Turner, que sólo ordenó acercarse a tierra una hora antes del ataque. "Debemos procesarle implacablemente", señaló Churchill en una de las comunicaciones a los altos mandos del Almirantazgo.
Al viejo marino se le responsabilizó del desastre, pero todo apunta a que se limitó a ejecutar órdenes. Algunos historiadores aseguran incluso que la inminencia del ataque se conocía a bordo. Algunos viajeros durante la travesía recibieron radiotelegramas anunciando que el barco iba a ser torpedeado.
A la teoría del complot se suma Erik Larson en su libro 'Lusitania - El hundimiento que cambió el rumbo de la historia'. Estima en su obra que el desastre no sólo influyó en la guerra porque propició la entrada de Estados Unidos, sino que sirvió, a la postre, para convertir a los norteamericanos en la gran potencia hegemónica que hoy conocemos.