domingo, 15 de noviembre de 2015

DESDE MI CALLE



LO JUSTO O INJUSTO



 El sentido de lo que es justo o injusto parece que está inscrito en nuestro corazón. Es algo que se sitúa más allá de las leyes y más allá de los jueces. Los jueces generalmente no hacen más que aplicar las leyes escritas. Pero nosotros sabemos que, demasiadas veces, las leyes escritas no son justas. Y su aplicación no realiza la justicia sino la injusticia porque sirven a los intereses de unos pocos. Son muchas veces las que nos sale del alma decir “No es justo”, “No hay derecho”.

   Sin duda que en estos tiempos, los poderosos continuan menos sujetos por las leyes, como siempre sucedió en tiempos pretéritos, y eso de la democracia brilla más bien por su ausencia. La pobreza es rampante y la opresión de los ricos y poderosos está al orden del día. Este mundo se parece a un “sálvese quien pueda”. Se experimenta la arbitrariedad con que gobiernan los poderosos, y la injusticia se padece entre conocidos,  familiares y conciudadanos.

  Mantengamos, no obstante, nuestra fe en la justicia, aunque ésta sea muy lenta. Es nuestra esperanza, y la fuerza y motivación necesarias para seguir luchando, para mantener bien alta la cabeza y gritar a los poderosos: “No hay derecho” y dar la mano al que sufre para levantarlo.

DESDE éste RINCON de MI CALLE, que sigue siendo, a pesar de todo, la calle de todos y todas.

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