miércoles, 11 de febrero de 2015

DESDE MI CALLE



QUEREMOS OTRA EUROPA



¿Es ésta la Europa con la que soñábamos y por la que vale seguir luchando? ¿Una Europa como la actual claramente dominada por el pensamiento único, y en el que las consignas parecen ser privatizar, precarizar el empleo y bajar salarios para mejor competir a nivel global?.

Una Europa insensible o ciega, incapaz de ver una catástrofe humanitaria como la griega y determinada absurdamente a repetir los mismos errores porque la canciller alemana, su ministro de Finanzas y sus dóciles socios afirman a que no hay alternativa a éso que llaman "reformas".

Una Europa que trata de convencer a todos sus ciudadanos de que la culpa de lo que pasa en Grecia la tienen los "radicales" que acaban de llegar al Gobierno, y no quienes, aceptando sin chistar las recetas impuestas por la troika mientras toleraban niveles escandalosos de evasión fiscal, de clientelismo y de corrupción entre los suyos, llevaron a ése país a su actual situación.

Una Europa en que se pagan salarios muchas veces de miseria, en la que el empleo es cada vez menos estable, y como consecuencia de todo ello prolifera el fenómeno de los trabajadores pobres, porque parece ése ser el modelo laboral del siglo XXI.

¿Es la Europa que queremos una en la que un sólo país, por muy importante y poderoso que sea, decida lo que deben o no deben de hacer los demás, y no permita la mínima flexibilidad en la aplicación de sus recetas?

Decididamente, esa Europa egoista, insolidaria y poco democrática en la que no dejan de crecer las desigualdades no es la que se nos prometió un día, ni la que queremos.

DESDE MI CALLE, que sigue siendo la calle de todos.

3 comentarios:

  1. Desde luego que en algún momento hemos olvidado el sueño de hombres como Robert Schuman, políticos que comparados con los actuales parecen de otros mundos.
    Europa se encontraba totalmente destruida después de la guerra más atroz que recuerdan los tiempos, la IIGM. Sobre este solar surgió un sueño, la reconstrucción de la paz entre los paises europeos en base a aspectos concretos. En 1951 se firmaba el Tratado de París por el que nacia, el germen de lo que actualmente es la UE, la CECA, como un intento de conseguir que las coas se consiguiesen por vías pacíficas y hacer callar los cañones. De ese olor a miedo barro y trincheras nació el sueño que empezamos a recorrer, un sueño de paz y bienestar social que es al que nos sumamos nosotros, tarde, en 1986 cuando entramos en la CEE.
    Toda esta estructura se cimentó sobre los logros sociales y el bienestar. Personalmente creo que el sueño empezó a ser pesadilla cuando se dió un paso más y se permitió la entrada del capital que a todos nos ha dañado. Con la llegada de la UE y la posibilidad dada a los grandes poderes como los financieros para hacer mercado con todo, para arrasar con todo. Fué entoncs cuando empezamos a movernos entre deuda, balances de EUROSTAT y obligaciones artificiales impuestas por vete a saber que intereses. Hasta ahí el sueño de aquellos que se sentaron juntos en una mesa a pesar de que sus heridas todavía sangraban era posible. Puede que nos equivocasemos dando alas a lo que no debiesemos pero nunca es tarde. La realización de una Europa social y justa todavía es posible. Desandemos el camino equivocado y volvamos al camino de Schuman, no olvidemos por donde hemos pasado y a donde no queremos volver jamás, no olvidemos que somos herederos de grandes hombres y debemos hacer honor a su legado.
    Por la senda del dolor sólo se pueden encontrar catástrofes y calamidades.

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  2. Estoy contigo amigo Miguel Ángel, yo tampoco quiero una Europa insensible al dolor de los que sufren, ni una Europa al servicio de la gran banca. Quiero una Europa que sea de todos y para todos, donde reine la paz, la justicia, el orden, el bienestar social. Esa es la Europa que

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  3. (Perdón, se me ha resbalado el dedo y "zas"...te he enviado el comentario sin terminar)...quiero, eso es, una Europa que sea de todos, no de los más poderosos.

    Un fuerte abrazo.

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