lunes, 19 de enero de 2015

DESDE MI CALLE



¿DEFLACION O DESINFLACION?


El día 7 de enero, la Agencia Europea de Estadística (Eurostat) publicó el dato adelantado de la tasa de inflación correspondiente al mes de diciembre en la eurozona, arrojando un dato negativo del -0,2%. Este dato supone la primera cifra negativa desde 2009 y la activación de voces y alarmas para evitar un posible escenario de deflación, pidiéndole ya al Banco Central Europeo (BCE) un programa de compra de deuda soberana. 

El 22 de enero será la próxima reunión del BCE en la que se espera que Mario Draghi anuncie una posible compra de deuda.

El dato de inflación, que los analistas esperaban más moderado, ha sido interpretado de inmediato como que la sombra de la deflación planea ya sobre la eurozona. Ante esta posibilidad, la Comisión Europea salió al paso negando que estemos en deflación, aceptando, eso sí, una inflación temporalmente negativa lo que vendría a ser como una desinflación. También aclaró que debido al débil crecimiento y a la bajada sustancial de las materias primas, provocaron un descenso de la inflación a corto plazo con la esperanza de un aumento de la misma según se fortalezcan los salarios y la actividad económica. 

En España no somos diferentes y también tenemos el Índice de Precios al Consumo (IPC) en negativo lo que lleva a la duda de si estamos o no en deflación. Nuestro ministro de Economía, Luis de Guindos, explicó que no estamos en deflación porque "a la caída de los precios no le ha acompañado un hundimiento del consumo y la inversión". Aún así, la situación no deja de ser un tanto extraña debido a que la caída de precios no se ha producido en todos los sectores por igual. Mientras que los precios en servicios, hostelería, enseñanza y vestidos siguen en positivo, los precios de carburantes, transporte, comunicaciones, ocio y cultura han caído de forma sustancial. La bajada del crudo ha sido el culpable, en su mayoría, de esta situación siendo, por otro lado, un balón de oxígeno para la economía de las empresas, familias y del propio Estado. En este sentido, una deflación "no sería del todo mala" (dentro de lo mala que es para la evolución económica de un país) para nuestra economía porque ya se sabe que el crudo es algo que España no posee y tiene que importar con las consabidas consecuencias.

Si España o la eurozona entran en deflación ¿cuáles serán las consecuencias? En un principio parece que será beneficioso porque los precios descienden y se beneficia de ello el consumidor. Nada más lejos de la realidad ya que esta simpleza de pensamiento daña enormemente la economía debido a que todo entra en una espiral bajista: al bajar los precios, los consumidores esperan a gastar porque saben que pasado un tiempo todo estará más barato; las compañías dejan de producir, reducen costes y aumenta el paro provocando una disminución de la demanda pues estos nuevos parados dejarán de comprar y así hasta que se acentúe la depresión económica

Por otro lado, disminuye el valor de las propiedades, de las materias primas, de las mercancías y los títulos pierden valor haciendo descender el valor de las acciones en Bolsa. Las empresas no invierten al no ser demandados sus productos y llega el estancamiento. 

Las deudas aumentan de valor porque los activos bajan de precio lo que provoca que el balance de los pasivos sea mayor. O, dicho de otra manera, el dinero que se pidió prestado vale más que el que se tiene para devolver. Al ser así, el dinero escasea provocando una menor liquidez disponible que se agrava, a su vez, porque se pretende liquidar la parte pasiva cuanto antes para que no aumente demasiado. 

.Nuestro Gobierno debería tomar medidas, como un aumento del gasto público y aumentando el dinero en circulación.

DESDE MI CALLE, que sigue siendo la calle de todos.

1 comentario:

  1. Tienes razón amigo Miguel Ángel, la deflación continuada nos llevaría a un círculo vicioso difícil de salir; pero la inflación según Jhon Maynard Keynes es también injusta y la deflación inconveniente, vamos que, según que economista la economía la dibuja a su manera.
    Esperemos que las aguas vuelvan a su cauce y la economía se restablezca cuanto antes, aunque la inflación sea injusta.

    Un abrazo.

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