miércoles, 28 de enero de 2015

MITOS Y LEYENDAS




EL ANCIANO Y EL ESTUDIANTE
                   (CUENTO)


Había una vez un anciano muy sabio, tan sabio era que todos decían que en su cara se podía ver la sabiduría. Un buen día ése hombre sabio decidió hacer un viaje en un barco, y en ese mismo barco iba un joven estudiante. El joven estudiante era arrogante y entró en el barco dándose aires de importancia, mientras que el anciano sabio se limitó a sentarse en la proa del barco a contemplar el paisaje y cómo los marineros trabajaban.

Al poco el estudiante tuvo noticias de que en el barco se encontraba un hombre sabio y fué a sentarse junto a él. El anciano sabio permanecía en silencio, así que el joven estudiante decidió sacar conversación.

-¿Ha viajado mucho usted?-
A lo que el anciano respondió: - Sí -
- ¿Y ha estado usted en Damasco? -
Y al instante el anciano le habló de las estrellas que se ven desde la ciudad, de los atardeceres, de la gente y sus costumbres. Le describió los olores y el ruido del zoco y le habló de las hermosas mezquitas de la ciudad.
- Todo eso está muy bien - dijo el estudiante - Pero... habrá estado usted estudiado en la escuela de astronomía -
El anciano quedó pensativo y si como aquello no tuviese importancia dijo: - No -
El estudiante se llevó las manos a la cabeza sin poder creer lo que estaba oyendo: - !Pero entonces ha perdido media vida! -

Al poco rato el estudiante volvió a preguntar: - ¿Ha estado usted en Alejandría? -
Y acto seguido el anciano le empezó a hablar de la belleza de la ciudad, de su puerto y su faro. Del ambiente abarrotado de sus calles. De su tradición y de tantas otras cosas.
- Si, veo que ha estado en Alejandría.  repuso el estudiante - Pero..¿estudió usted en la escuela de Alejandría? - 
Una vez más el anciano se encogió de hombros y dijo: - No -
De nuevo el estudiante se llevó las manos a la cabeza y dijo: - !Pero cómo es posible. Ha perdido media vida! -

Al rato el anciano vió en la otra punta del barco que entraba agua entre las tablas del barco. Entonces el anciano preguntó:
- Tú has estudiado en muchos sitios ¿verdad? -
Y el estudiante enhebró una retahila de escuelas, bibliotecas y lugares de sabiduría que parecía no tener fin. Cuando por fin terminó, el viejo le preguntó: - ¿Y en alguno de esos lugares has aprendido natación? -
El estudiante repasó las decenas de asignaturas que había cursado en los diferentes lugares, pero en ninguna de ellas estaba incluída la natación. - No - respondió

El anciano arremangándose y saltando encima de la borda, dijo antes de tirarse al agua: - Pues has perdido la vida entera -.

MORALEJA: !La Soberbia y la Arrogancia no nos llevan a ninguna parte, sino a hacer peligrar nuestra existencia".




2 comentarios:

  1. Amigo Miguel ángel, una gran verdad: la arrogancia y la soberbia no nos llevan a ninguna parte, a ninguna.

    Un fuerte abrazo.

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