SAN LORENZO
Su vida es pura leyenda. La tradición mezcla la fantasía con versos a él dedicados, sobre todo de su atroz martirio.
Fué brutalmente asado en una parrilla: "Ya estoy bastante asado por este lado, puedes darme la vuelta", decía mientras lo estaban torturando, motivo por el cual se le representa con una parrilla.
La tradición lo considera diácono del papa Sixto II; era el encargado de administrar los bienes y fué prendido por Valeriano y sus huestes por no entregar los bienes de la Iglesia. Lorenzo, en cambio, entregó todos los bienes de la Iglesia a los ciegos, mudos, paralíticos y achacosos que se encontraban en el lugar, antes de entregárselos al emperador.
Entendía el mártir que el oro y la riqueza son las principales causas de todos los crímenes; la paz, la fidelidad, el pudor, la fe y la ley se infringen por su causa.
El monasterio de El Escorial está bajo su advocación y tiene en su honor forma de parrilla.
Se le considera patrono de los pobres, cerveceros, bibliotecarios, vidrieros, bomberos, cocineros, fondistas, administradores y planchadoras. Protector de las almas del purgatorio, invocado contra las quemaduras, la fiebre, el dolor de espalda, el lumbago, los picores y para la maduración de las uvas.
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