viernes, 17 de abril de 2015

DESDE MI CALLE



LOS CORRUPTOS Y LOS MOSQUITOS


Estamos en primavera. Mientras escribo, está descargando una tormenta. Está lloviendo a base de bien. No sé porqué se me ha venido a la cabeza que este verano va a haber mosquitos en abundancia. Los mosquitos son bastante molestos, al menos para mí. Cuentan un chiste a este propósito. Dicen que uno, harto por la noche del zumbido de un mosquito, que se posaba en un lugar indeterminado, cerca de su oreja, y harto también de pegarse inútiles bofetadas entre sueños para cazarlo, decidió, contra su pereza, esperarlo con los cinco sentidos bien despiertos. Y, cuando llegó de nuevo zumbando el mosquito, de un manotazo lo atrapó. Se sintió profundamente satisfecho. Lo tenía ya en su mano cerrada, pero no apretada. Y en ese momento se puso a zumbar por los huecos de la mano en que estaba atrapado el mosquito. Antes de terminar con su vida, le decía al mosquito, entre zumbido y zumbido: “molesto, ¿verdad?, molesto”.
Los corruptos, los defraudadores, todos esos que se aprovechan de sus cargos para enriquecerse a costa del sacrificio, (vía impuestos, recortes en sanidad, en medicinas necesarias para tener una digna calidad de vida, de la educacion, de ... de...etc.) pueden parecernos como los mosquitos zumbones del verano, cuando cuestionan lo que para el (des)orden establecido es incuestionable.

Para ellos, el resto de la "gente" les resulta molesta.  Consideran que son "gente" conflictiva. Hasta se les puede hacer odiosa si no se doblegan y les dan la razón a quienes creen tenerla.(ellos) por el cargo que ostentan. Sean las que sean, las razones de su avaricia de poder, de enriquecimiento, de la ausencia de la más mínima ética,  resultan un freno para que la ciudadanía consiga ésa calidad de vida antes mencionada, más aún si son los encargados de velar por la paz(iencia) y la tranquilidad (que viene de tranca).                                                                                                                            

Es cierto que tenemos buenas razones para disentir de ellos.. Pero, sobre todo, debemos de tener dignidad y no estar dispuestos a vendernos por promesas fantasiosas. Ya decía un filósofo: “El hombre tiene dignidad y no precio".

DESDE MI CALLE, en la que la dignidad es lo prioritario y que, a pesar de algunos, sigue siendo la calle de todos.


1 comentario:

  1. Amigo Miguel Ángel, ¿que te partece la semana que hemos tenido con los corruptos?, esos son peores que los mosquitos, a los mosquitos con un poco de DDT ó los frasquitos que emiten el insectecida al estar enchufados a la corriente, los combates perfectamente, pero, a esta gentuza que salen como los hongos, éstos son más malos de combatir.
    Estos sinvergüenzas se aprovechan de todas las debilidades que podamos tener para seguir supándonos la sangre como los mosquitos. Esta "escoria" me repugna y me pregunto: ¿cómo es posible a día de hoy sabiendo todo lo que sabemos de estos "desgraciados" aún estén en la calle y no en la cárcel?. Siguen riéndose de todos nosotros, disrtutan de un poder que no les pertenece por ser "gentuza", porque el pueblo una vez más les ha dado la confianza que nunca se han merecido. No olvidemos que la democracia es uno de los sistemas más justos que hace que un pueblo sea bien gobernado, pero si no sabemos elegir bien, podemos tener una plaga de mosquitos difícil de poder erradicar. ¡¡ Si Rato sabiendo todo lo que sabe, tirara de la manta, tendríamos que adelantar convocando nuevas elecciones generales!!

    Un fuerte abrazo.

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