Seducida en mis labios
de verdes pinos, reflejan aguas claras de lagos transparentes. Acumulamos sonrisas de setiembre rebosadas en libre torbellino. Sueño entre sueños fuimos en este cielo de blanca estopa, Fui alfarero amor, con la rama de mimbre tracé el camino. Rozamos nubes coloridas en el onirismo abanicado de las gamas que aletean en redor del infinito. Hoy somos en el rumbo del sol. La cálida tibieza de nuestras vetas, este momento a estribor es ausencia de anclas que fondean. La brújula abre nuevas barricadas en la rural miel de tu corazón Sacudimos las brumas en elusivas gotas. Esta sensación de amor silvestre es la sangre que agita en silencio los canales en estocada. Destierran umbrías voces en este levitar blanco donde la tierra nutre las venas, surcando la noche de las raíces. Salmo desencadenado de fulcros, emancipados de penumbras. En los círculos áureos se dibuja el sentimiento del humo rebasando la altura del incienso. La noche entra con susurro de canto en nuestras pétalos narcotizados, bajo las estrellas con parpados transitas el sopor perfecto de la amapola. En el instante de las bronceadas campanas eres el giro errante de la nova seducida en mis labios de cálida esponja. |
domingo, 12 de abril de 2015
POESIAS Y POEMAS
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