lunes, 13 de abril de 2015

HISTORIAS DE LA HISTORIA





Proclamación de la Segunda República Española


Las elecciones municipales del domingo 12 de abril de 1931


En febrero de 1931 el rey Alfonso XIII puso fin a la "dictablanda" del general Berenguer y nombró nuevo presidente al almirante Juan Bautista Aznar, que propuso un nuevo calendario electoral: se celebrarían primero elecciones municipales el domingo 12 de abril, y después elecciones a Cortes que tendrían el carácter de Constituyentes, por lo que podrían proceder a la revisión de las facultades de los Poderes del Estado y la precisa delimitación del área de cada uno(es decir, reducir las prerrogativas de la Corona) y a una adecuada solución al problema de Cataluña. Algunos entendieron que las elecciones eran un plebiscitosobre la Monarquía.
Según los resultados electorales que fueron llegando al Ministerio de la Gobernación, en la Puerta del Sol de Madrid, las candidaturas republicano-socialistas ganaron en 41 de las 50 capitales de provincia, aunque en las zonas rurales fueron los monárquicos los que triunfaron porque el viejo caciquismo seguía funcionando, de ahí que en total hubiera más concejales monárquicos que republicanos. Pero estaba claro que allí donde el voto había sido libre la victoria había sido para los partidarios de la República. Era la primera vez en la historia de España que un gobierno era derrotado en unas elecciones.
En Madrid, los concejales republicanos triplicaban a los monárquicos, y enBarcelona los cuadruplicaban. Si las elecciones se habían convocado como una prueba para sopesar el apoyo a la monarquía y las posibilidades de modificar la ley electoral antes de la convocatoria de Elecciones Generales, los partidarios de la república consideraron tales resultados como un plebiscito a favor de su instauración inmediata. Elmarqués de Hoyos llegaría a decir que «las noticias de los pueblos importantes eran, como las de las capitales de provincia, desastrosas». Dependiendo de autores, hay distintas interpretaciones de los resultados.

El lunes 13 de abril

A las diez y media de la mañana el presidente Aznar entraba en el Palacio de Oriente de Madrid para celebrar el Consejo de Ministros. Preguntado por los periodistas sobre si habría crisis de gobierno, Aznar contestó:8
¿Que si habrá crisis? ¿Qué más crisis desean ustedes que la de un país que se acuesta monárquico y se despierta republicano?
En la reunión del Gobierno el ministro de Fomento Juan de la Cierva y Peñafiel defendió la resistencia: «Hay que constituir un gobierno de fuerza, implantar la censura y resisir». Le apoyaron otros dos ministros, Gabino Bugallal, conde de Bugallal, y Manuel García Prieto, marqués de Alhucemas. El resto de ministros, encabezados por el conde de Romanones, pensaban que estaba todo perdido, sobre todo cuando se fueron recibiendo las respuestas titubeantes de los capitanes generales al telegrama que les había enviado horas antes el ministro de la guerra, el general Dámaso Berenguer, y en el que les había aconsejado seguir «el curso que les imponga la suprema voluntad nacional».
Al terminar el Consejo de Ministros el rey Alfonso XIII llamó a su despacho al ministro Gabriel Maura Gamazoduque de Maura, para que intentara contactar con su hermano Miguel Maura, que era miembro del comité revolucionariorepublicano-socialista, para conocer cuáles eran las pretensiones exactas de los republicanos. El marqués de Cañada Honda acudió a casa de Miguel Maura, pero éste se mantuvo firme en su postura de pedir la abdicación del rey.
Esa misma tarde el "comité revolucionario" republicano-socialista hizo público un comunicado en el que decía que el resultado de las elecciones había sido «desfavorable a la Monarquía [y] favorable a la República» y anunciaba su propósito de «actuar con energía y presteza a fin de dar inmediata efectividad a [los] afanes implantando la República».
Por la noche corrió el rumor por Madrid de que Alfonso XIII había abandonado la capital para dirigirse a la frontera, por lo que se celebraron algunas manifestaciones espontáneas para festejar la marcha del rey. En la madrugada del lunes al martes el conde de Romanones envió una nota al rey en la que le pedía que por la mañana reuniera al Consejo de ministros y «el mismo reciba la renuncia del Rey». Esa misma madrugada el rey telefoneó al subsecretario del Ministerio de la GobernaciónMariano Marfil para exigirle que disolviera la concentración que se había formado en la Puerta del Sol, pero éste le contestó que el capitán al mando le había dicho que no «puede ordenar a la fuerza que salga, porque los soldados no le obedecerían». «Es lo que me quedaba por saber», le respondió el rey. Al rato le vuelve a llamar para que le busque una ruta de salida segura para abandonar España (que será la de Cartagena) y para que le prepare un coche de escolta para la tarde. Marfil a continuación habló con el general Sanjurjo, director general de la Guardia Civil

El martes 14 de abril

La proclamación de la República en Éibar


Éibar fue la primera ciudad en alzar la bandera tricolor, la madrugada del martes 14 de abril de 1931, a las seis y media de la mañana. La corporación municipal recién elegida en las elecciones del domingo (10 concejales socialistas, 8 republicanos y 1 del PNV) proclamó en Éibar la Segunda República. La bandera tricolor fue izada por el concejal más joven de la recién elegida corporación, Mateo Careaga, que era miembro del Grupo de Acción Republicana. Este hecho suponía una profunda transformación de la distribución del poder ya que por primera vez accedieron a él las clases medias y los trabajadores. Cuando se confirmó la proclamación en Barcelona, el pueblo se concentró frente al ayuntamiento para retirar la placa con el nombre de Plaza de Alfonso XIII y colocar la nueva placa de Plaza de la República, improvisada en cartón.
El escritor eibarrés Toribio Echeverría redacta, en su libro Viaje por el país de los recuerdos la proclamación de la Segunda República en Éibar de esta forma:
...y antes de las seis de la mañana habíase congregado el pueblo en la plaza que se iba a llamar de la República, y los concejales electos del domingo, por su parte, habiéndose presentado en la Casa Consistorial con la intención de hacer valer su investidura desde aquel instante, se constituyeron en sesión solemne, acordando por unanimidad proclamar la República. Acto seguido fue izada la bandera tricolor en el balcón central del ayuntamiento, y Juan de los Toyos dio cuenta desde él al pueblo congregado, que a partir de aquella hora los españoles estábamos viviendo en República.

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